Fibras fotocatalíticas de la BUAP degradan hasta 92 % de fármacos y colorantes en el agua

Para combatir los contaminantes emergentes –colorantes, fármacos, herbicidas y metales pesados– que aún no están regulados, científicos de la BUAP diseñaron fibras fotocatalíticas de óxido de titanio dopado con tungsteno y nanopartículas de oro. En pruebas de laboratorio lograron oxidar hasta 92 % de paracetamol y 91 % de azul de metileno en menos de tres horas, abaratando el tratamiento de agua y reduciendo su impacto ambiental.
Óxido de titanio dopado con tungsteno: clave en la fotocatálisis hídrica
El equipo encabezado por el doctor Gerardo Enrique Córdova Pérez elabora las fibras mediante electrospinning, obteniendo membranas con textura algodonosa que luego pulveriza. La mezcla de óxido de titanio y tungsteno mejora la resistencia mecánica y las propiedades electrónicas del material, mientras que el proceso de fotocatálisis se activa con luz visible para acelerar la degradación de los contaminantes.
“El óxido de titanio con tungsteno desplaza su energía de activación y nos permite trabajar con luz solar, recortando costos”,
destacó Córdova Pérez.
Nanopartículas de oro potencian la degradación de paracetamol y azul de metileno
Las nanopartículas de oro se sintetizan por química verde usando extractos de pipicha, pápalo y cempasúchil, que actúan como reductores y estabilizantes. Con ellas, las fibras fotocatalíticas alcanzan:
- 92 % de degradación de paracetamol
- 91 % de degradación de azul de metileno
- Actividad antimicrobiana contra Escherichia coli
Los resultados sustentan una solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en la que también participa el doctor Jorge Raúl Cerna Cortez.
Pruebas a luz solar para escalar la tecnología de tratamiento de agua
La fase siguiente consistirá en exponer las fibras a luz solar directa o lámparas que la simulen, y en probar metales como platino, cobre y níquel para potenciar la reacción. Con concentraciones de paracetamol reportadas entre 20 y 40 ppm en afluentes, la tecnología de la BUAP ofrece una ruta sustentable para eliminar contaminantes emergentes y garantizar el acceso a agua limpia en comunidades, plantas industriales y sistemas municipales de saneamiento.