EE. UU. aplicará nuevos aranceles sin prórroga a partir del 1 de agosto

EE. UU. aplicará nuevos aranceles sin prórroga a partir del 1 de agosto

El gobierno de Estados Unidos (EE. UU.) ha confirmado que los nuevos aranceles impulsados por la administración del presidente Donald Trump entrarán en vigor el próximo 1 de agosto, sin periodo de gracia ni extensiones. Esta medida fue categóricamente anunciada por el secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick, quien subrayó la firmeza de la decisión al declarar: “No habrá extensiones, no más periodos de gracia. El 1 de agosto los aranceles se aplican. Aduanas empezará a recaudar el dinero, y así comenzamos”.

Esta estrategia, que afecta a diversas naciones con las que EE. UU. mantiene relaciones comerciales, es parte de un enfoque unilateral y de presión directa de la administración Trump para modificar tratados y alcanzar acuerdos bilaterales que, según su visión, equilibren el terreno económico global y sean ventajosos para la economía estadounidense.

Howard Lutnick descarta extensiones para aranceles comerciales

El secretario de Comercio, Howard Lutnick, ha sido enfático al reiterar que no se pospondrá la entrada en vigor de estos nuevos aranceles. En una entrevista con Fox News, Lutnick aseveró que las puertas para lograr acuerdos aún siguen abiertas, a pesar de la inminente aplicación de las tarifas. La administración Trump ha presionado a sus socios comerciales, argumentando que las condiciones actuales les son desventajosas.

Aranceles buscan abrir mercados y reducir déficit fiscal en EE. UU.

Lutnick insistió en que esta política no solo tiene fines recaudatorios, sino que también está abriendo mercados clave para las exportaciones estadounidenses. Mencionó que el sector agrícola de EE. UU. nunca antes había tenido acceso a mercados como Japón, Indonesia y Vietnam.

El secretario de Comercio minimizó cualquier efecto inflacionario, asegurando que el verdadero beneficio vendrá en términos fiscales y comerciales. Proyectó que podrían ingresar hasta un billón de dólares en ingresos a Estados Unidos, lo que contribuiría a reducir el déficit. Además, defendió que estos ingresos permitirán financiar beneficios como la eliminación de impuestos a propinas, horas extra y Seguridad Social. Frente a las críticas del Congreso y la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), Lutnick afirmó que los ingresos por aranceles son “sorprendentes, 700 mil millones al año… eso es dinero nuevo que el gobierno nunca había tenido”.

México y otros países enfrentan presión económica y geopolítica

La estrategia comercial basada en presión arancelaria ha generado incertidumbre tanto en socios comerciales como en consumidores nacionales. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) ha advertido que los ingresos por aranceles no cubrirán el déficit acumulado por los programas del gobierno.

Analistas económicos han expresado cautela:

  • Janneth Quiroz, directora de análisis económico de Monex, señaló que la volatilidad ha sido una constante en esta administración, y no descartó que el anuncio del 1 de agosto no se materialice como se prevé. Recordó que medidas previamente anunciadas, como los aranceles recíprocos, fueron pausadas a los pocos días, por lo que la incertidumbre sigue latente.
  • Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, coincidió en que los aranceles anunciados han funcionado más como una herramienta de presión política que como una medida estrictamente económica. Explicó que, aunque se podría subir los aranceles del IEEPA del 25 al 30 por ciento, en Estados Unidos están siendo muy estratégicos y no están cobrando los aranceles “al pie de la letra”, priorizando los sectoriales de la industria automotriz, el acero y el aluminio.

Siller advirtió que las verdaderas intenciones podrían estar más relacionadas con objetivos geopolíticos o de seguridad nacional que con temas comerciales. Mencionó que podrían ser una medida de presión para lograr objetivos como detener el tráfico de drogas o el flujo de personas indocumentadas, y también presión para lo del T-MEC. Este clima de incertidumbre ya está teniendo efectos adversos sobre la economía mexicana, particularmente en materia de inversión, con la posibilidad de detener proyectos de inversión hasta ver con mayor claridad qué es lo que va a pasar.

Negociaciones y países con acuerdos comerciales

A pesar de la inminente aplicación de los aranceles de EE. UU., la Casa Blanca mantiene abierta la posibilidad de diálogo. El presidente Trump sostuvo reuniones en Escocia con representantes de la Unión Europea con la intención de alcanzar un acuerdo antes de la fecha límite.

Hasta ahora, únicamente cinco países han logrado cerrar acuerdos comerciales con Estados Unidos: Gran Bretaña, Vietnam, Indonesia, Filipinas y Japón. En estos casos, las tasas arancelarias acordadas superan el 10% que Washington impone desde abril a la mayoría de los países, pero siguen siendo más bajas que las inicialmente advertidas por el presidente.

En cuanto a la relación con China, Lutnick confirmó que el secretario de Estado, junto con la Casa Blanca, liderará conversaciones esta semana en Estocolmo. Uno de los puntos clave será la presión sobre Pekín para que deje de comprar petróleo a países sancionados como Irán y Rusia. Respecto a México, el gobierno de Trump planea incrementar los aranceles a 30% para ciertos productos, como supuesta represalia por resultados insuficientes en la lucha contra el tráfico de fentanilo, aunque se confía en un acuerdo antes de la aplicación. Recientemente, la presidenta mexicana se reunió con el embajador Ronald Johnson y una comitiva de congresistas estadounidenses para abordar temas clave.

Valentina Rodríguez