Pepe Chedraui arranca “Manos a la Tierra”: 100 huertos escolares para Puebla capital

Pepe Chedraui arranca “Manos a la Tierra”: 100 huertos escolares para Puebla capital

El Gobierno de la Ciudad de Puebla, encabezado por el presidente municipal Pepe Chedraui, puso en marcha el programa “Huertos Escolares, Manos a la Tierra”. Esta iniciativa busca distribuir 100 espacios de cultivo en la misma cantidad de escuelas ubicadas en la capital poblana. El programa se presentó en el Centro Escolar Manuel Espinosa Yglesias y tiene como objetivo primordial fomentar la educación ambiental, la alimentación saludable y la participación comunitaria dentro de las instituciones educativas del municipio.

¿Qué es “Manos a la Tierra” y cómo funcionará en las escuelas?

El programa “Manos la Tierra” se lleva a cabo a través de la Secretaría de Medio Ambiente del Municipio de Puebla y representa un compromiso con el medio ambiente, la educación y el desarrollo de la capital. El alcalde Chedraui precisó que los grandes cambios inician en los espacios más pequeños, como las aulas y los patios escolares.

Los 100 huertos que se ponen en marcha no solo producirán frutas y verduras, sino que también generarán conciencia, sirviendo como “aulas vivas” donde la comunidad escolar aprenderá a valorar el trabajo colectivo, a cuidar los recursos naturales y a comprender la sustentabilidad como una práctica cotidiana.

Más que alimentos: los beneficios educativos y económicos de los huertos

El programa tiene un doble impacto: educativo y económico. Cada huerto instalado tendrá el potencial de generar recursos que podrán destinarse a mejorar la infraestructura, el mobiliario o los materiales educativos de las escuelas.

Para garantizar el éxito de los cultivos, el programa convertirá los espacios escolares en aulas vivas donde niñas y niños sembrarán productos como lechugas, jitomates, fresas, zarzamoras y plantas aromáticas. Además de aprender sobre biología, química y matemáticas de manera práctica, las escuelas recibirán:

  • Capacitaciones.
  • Herramientas.
  • Semillas.
  • Biofertilizantes.
  • Sistemas de riego tecnificado.
  • Acompañamiento de comités escolares para dar seguimiento al proyecto.

Una estrategia contra la desnutrición y la obesidad infantil en Puebla

Esta iniciativa del Gobierno de la Ciudad busca responder a uno de los grandes desafíos que enfrenta el municipio: los altos índices de obesidad y desnutrición infantil, un problema que afecta a tres de cada diez niñas, niños y adolescentes en Puebla.

El secretario de Medio Ambiente destacó que, aunque pueda parecer que solo se trata de sembrar alimentos, en realidad se están sembrando valores, habilidades y conciencia para el futuro de la juventud, reconociendo el compromiso del alcalde Pepe Chedraui y el trabajo del DIF Municipal, encabezado por MariElise Budib, en la lucha contra la desnutrición y la promoción de hábitos saludables.

Por su parte, Zaira González Gómez, secretaria para la Igualdad Sustantiva de Género, subrayó que la iniciativa refleja el compromiso por construir un futuro más verde, promoviendo el cuidado del planeta desde las escuelas y fomentando una cultura ambiental responsable y consciente. Asimismo, la diputada federal Nora Escamilla resaltó la importancia de fortalecer, replicar y reconocer este tipo de iniciativas por su impacto positivo y duradero en la comunidad.

En cuanto a la expansión, 100 planteles escolares serán beneficiados en esta primera etapa antes de finalizar el año, y se tiene proyectado que para 2026, el programa crecerá a 120 huertos, posicionándose como uno de los esfuerzos ambientales y educativos más importantes del municipio. El secretario general de la sección 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfredo Gómez Palacios, aseveró que cuando se une el compromiso de la autoridad, el liderazgo del magisterio y la participación activa de la comunidad, la escuela se convierte en el corazón de un cambio social imparable.

El programa “Huertos Escolares, Manos a la Tierra” no es solo un conjunto de jardines, sino que funciona como una incubadora social: un espacio donde las semillas de frutas y verduras crecen junto con las semillas de la conciencia comunitaria y la autosuficiencia, garantizando que el aprendizaje y el bienestar florezcan simultáneamente.

Valentina Rodríguez