Claudia Sheinbaum lidera la conmemoración del 112 aniversario luctuoso de Francisco I. Madero

La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, lideró este lunes la ceremonia en honor al 112 aniversario luctuoso de Francisco I. Madero, en el Patio de Honor de Palacio Nacional. En este acto conmemorativo, la mandataria estuvo acompañada por la secretaria de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, y el director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), Felipe Arturo Ávila Espinoza, quienes juntos rindieron una guardia de honor en memoria del “Apóstol de la Democracia”.
Un homenaje a la figura histórica de Madero
El director del INEHRM, Felipe Arturo Ávila Espinoza, recordó que el 22 de febrero se cumplió el 112 aniversario del asesinato de Francisco I. Madero, quien es considerado como el fundador de la democracia mexicana. En su discurso, Ávila destacó la relevancia histórica de Madero, mencionando que fue un personaje excepcional cuya vida y obra transformaron el rumbo de México.
Ávila subrayó que Madero ha sido descrito como un hombre romántico, soñador, idealista e incluso ingenuo, sin embargo, indicó que esta visión no refleja la profundidad de su pensamiento. Según el director del INEHRM, Madero fue uno de los políticos más agudos y reflexivos de la historia de México, capaz de comprender que el sistema político de Porfirio Díaz estaba obsoleto y que el pueblo mexicano exigía un cambio hacia la democracia, justicia y libertad.
El legado de Madero: un símbolo de democracia y justicia
Felipe Ávila detalló cómo Francisco I. Madero, a través del Partido Nacional Antirreeleccionista, se levantó contra el régimen de Porfirio Díaz en 1910. A pesar de ser encarcelado en San Luis Potosí, Madero logró movilizar a la nación, que rechazaría el fraude electoral y exigiría la renuncia de Díaz. Después de una insurrección popular, Madero fue elegido como presidente con un asombroso 99% de los votos en 1911, asumiendo la presidencia constitucional el 6 de noviembre de ese año.
Ávila destacó que hablar de Madero es hablar de democracia, sufragio efectivo, no reelección, libertades, derechos y conquistas sociales. Madero representaba un gobierno al servicio del pueblo, y su vida estuvo marcada por la congruencia con sus principios y un compromiso honesto con los ideales de transformación social.
Desafíos y obstáculos del gobierno maderista
Durante los 15 meses que Madero permaneció en la presidencia, enfrentó una serie de rebeliones internas: dos encabezadas por la derecha, lideradas por Bernardo Reyes y Félix Díaz, que fueron sofocadas, y otras dos de corte izquierdista, lideradas por Pascual Orozco y Emiliano Zapata, que gozaron de un gran respaldo popular. La situación fue aprovechada por los grupos conservadores, quienes, mediante una campaña periodística agresiva, crearon las condiciones para un nuevo levantamiento.
El golpe de estado finalmente ocurrió el 9 de febrero de 1913, cuando Victoriano Huerta encabezó una rebelión con el apoyo de Félix Díaz y Henry Lane Wilson, embajador de Estados Unidos. Esto resultó en la caída del primer gobierno democrático de México, consumándose con el asesinato de Madero y su vicepresidente, Pino Suárez, el 22 de febrero de 1913, en la Penitenciaría de Lecumberri.
El legado de Francisco I. Madero: un ejemplo de democracia
Felipe Ávila concluyó su discurso resaltando que el legado de Madero sigue vigente hoy en día, pues su vida y obra continúan siendo una referencia de lucha por la democracia y la justicia. Su gobierno fue un ejemplo de confianza en las instituciones democráticas y en las leyes del país, y su muerte no hizo más que consolidar su figura como símbolo de la democracia en México.
Asistentes y autoridades presentes en la ceremonia
La ceremonia también contó con la presencia de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, así como varios integrantes del Gabinete Legal y Ampliado del Gobierno de México. Todos los asistentes rindieron homenaje a la memoria de un hombre cuya lucha por un México más libre y democrático sigue siendo una inspiración para las generaciones actuales.
Este evento destaca la importancia histórica de Francisco I. Madero, cuya contribución a la construcción de la democracia mexicana sigue siendo un pilar fundamental en el entendimiento de la historia política del país.