Centro de Simulación de la BUAP revoluciona la enseñanza médica en México

La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) ha transformado la enseñanza de las ciencias de la salud con la creación del Centro de Simulación “Dra. Matilde Montoya Lafragua”, una unidad equipada con tecnología médica avanzada donde estudiantes de Enfermería y otras carreras simulan situaciones clínicas reales, como partos, cirugías y emergencias, con fines educativos.
Estudiantes de la BUAP simulan partos y emergencias con tecnología avanzada
En una sala que simula un quirófano real, estudiantes de la Facultad de Enfermería atienden a Panchita, una paciente embarazada en labor de parto. A través de monitores registran sus signos vitales, contracciones y dilatación, mientras el simulador reacciona como lo haría un ser humano. Panchita grita, el feto cambia de posición y el escenario evoluciona con base en los comandos que un docente opera desde una cabina de control.
La escena es parte de una práctica clínica del Centro de Simulación “Dra. Matilde Montoya Lafragua”, el primero en su tipo en México, concebido como una unidad hospitalaria y promovido por la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo Ramírez.
El Centro de Simulación de la BUAP cuenta con quirófanos, cámaras Gesell y aula inmersiva
El centro cuenta con cuatro quirófanos, cámaras Gesell especializadas en Ginecología, Pediatría, Traumatología y adultos, así como una aula inmersiva donde se recrean escenarios clínicos desde distintas disciplinas. Todo está diseñado para desarrollar habilidades prácticas y tomar decisiones médicas en contextos casi reales.
También hay un auditorio, consultorios, sala de imagenología, tomógrafo real (sin emisión de radiación), rayos X portátil, ultrasonidos de última generación y laboratorio de cómputo con plataformas especializadas como Lt AD Instruments.
La BUAP implementa formación médica interdisciplinaria con simuladores realistas
Entre los simuladores más avanzados destaca Mauricio, un maniquí que responde a medicamentos, puede presentar paro cardiaco, asistolia, alteraciones de presión, y permite practicar sondajes y monitoreos en tiempo real. En el caso de Panchita, se pueden simular distintas complicaciones obstétricas posteriores al parto, como hemorragias o pérdida de conciencia.
Todos los ejercicios quedan registrados en la plataforma Sim Capture, donde posteriormente se realiza un análisis de la práctica en las aulas de debriefing, promoviendo el aprendizaje por retroalimentación.
Formación interdisciplinaria: salud, tecnología y arte
El Centro de Simulación de la BUAP no se limita al área de la salud. Su modelo inter y multidisciplinario permite integrar a estudiantes de Ingeniería Biomédica, Mecatrónica, Electrónica, Psicología, Computación, Ciencias Forenses e incluso de Arte Dramático, quienes colaboran como “pacientes estandarizados”, actuando enfermedades reales para enriquecer la experiencia clínica.
Docentes y estudiantes de áreas técnicas trabajan también en el diseño y mantenimiento de los simuladores, con miras a replicarlos para campus regionales de la universidad.
Capacitación docente y nuevos métodos educativos
Hasta ahora, más de 80 docentes han sido capacitados para estructurar sus cátedras como casos clínicos simulados, con un enfoque centrado en habilidades técnicas y emocionales. Según el doctor José de Jesús Andrade Macías, profesor de Enfermería, el objetivo es que el alumnado aprenda también habilidades blandas como resiliencia, manejo del estrés y empatía.
“El conocimiento que se construye aquí es el resultado de una práctica vivencial y colaborativa que deja huella en el futuro profesional del alumnado”, afirmó.
Un modelo educativo único en el país
El Centro de Simulación “Dra. Matilde Montoya Lafragua” se consolida como un modelo educativo nacional al integrar tecnología, práctica clínica realista y enfoque interdisciplinario, con un alto impacto en la formación profesional de los futuros especialistas en salud.
Este esfuerzo de la BUAP representa un paso decisivo hacia la modernización de la enseñanza médica en México, apostando por entornos simulados donde el error no tiene consecuencias fatales, pero sí grandes aprendizajes.