Juno de la NASA confirma huella auroral de calisto y revela Nuevos Misterios en las Espectaculares Auroras de Júpiter

Juno de la NASA confirma huella auroral de calisto y revela Nuevos Misterios en las Espectaculares Auroras de Júpiter
La misión Juno de la NASA ha logrado un avance significativo en el estudio de Júpiter, confirmando finalmente que Calisto, la más distante de las cuatro lunas galileanas, deja una distintiva huella auroral en la atmósfera del gigante gaseoso. Este descubrimiento, publicado el 1 de septiembre de 2025 por un equipo internacional de científicos liderado por Jonas Rabia en la revista Nature Communications, se basó en observaciones fortuitas realizadas en septiembre de 2019 durante la órbita 22 de Juno alrededor de Júpiter. La confirmación completa el “cuadro de familia” de las señales aurorales de las lunas galileanas y, junto con otros hallazgos de Juno sobre ondas electromagnéticas y el comportamiento del plasma, proporciona nuevas claves para entender cómo los campos magnéticos protegen a los planetas de la radiación estelar.

Descubrimiento de la Huella Auroral de Calisto: El Último Enigma Resuelto

Júpiter es conocido por albergar las auroras más brillantes y espectaculares del Sistema Solar, formadas por partículas cargadas que colisionan con su atmósfera, guiadas por su poderoso campo magnético. A diferencia de la Luna terrestre, las lunas jovianas más grandes, conocidas como las lunas galileanas (Ío, Europa, Ganímedes y Calisto), crean sus propias señales aurorales, llamadas “huellas de satélite“. Antes de la misión Juno, se había demostrado que Ío, Europa y Ganímedes producían estas huellas distintivas. Sin embargo, Calisto, debido a su tenue intensidad y a menudo encontrarse sobre el óvalo auroral principal más brillante, había eludido su detección a pesar de múltiples intentos con el Telescopio Espacial Hubble de la NASA.

La clave para este descubrimiento provino de la misión Juno, que ha estado en órbita alrededor de Júpiter desde 2016, ofreciendo imágenes cercanas sin precedentes de sus auroras polares. Para captar la huella de Calisto, fue necesario que el óvalo auroral principal se desplazara mientras se observaba la región polar, y que la trayectoria de Juno cruzara la línea del campo magnético que une a Calisto y Júpiter. Estos dos eventos ocurrieron de manera fortuita en septiembre de 2019, revelando la huella auroral de Calisto y proporcionando datos sobre las partículas, ondas electromagnéticas y campos magnéticos asociados a esta interacción.

Impacto del Viento Solar en las Auroras de Júpiter

El vasto campo magnético de Júpiter (magnetosfera) se extiende más allá de sus lunas y es constantemente azotado por el viento solar. De manera similar a cómo las tormentas solares terrestres pueden mover las auroras boreales, las auroras de Júpiter también se ven afectadas por la actividad solar. Fue precisamente en septiembre de 2019 cuando una corriente solar masiva y de alta densidad golpeó la magnetosfera de Júpiter, lo que provocó el desplazamiento del óvalo auroral hacia el ecuador del planeta, permitiendo la breve pero clara visualización de la señal asociada con Calisto. Este hallazgo confirma que las huellas de Calisto son muy similares a las de sus lunas hermanas.

Auroras Jovianas: Más Potentes y en Ultravioleta/Infrarrojo

Las auroras en Júpiter son considerablemente más potentes que las terrestres y emiten principalmente en el espectro ultravioleta e infrarrojo, requiriendo instrumentos especializados para su observación. Estas luces brillantes cerca de los polos de Júpiter no solo muestran la interacción del planeta con el viento solar, sino también cómo interactúa con sus lunas barridas por su campo magnético.

Fenómenos del Plasma Joviano: Claves para la Protección Planetaria

Más allá de las huellas lunares, las observaciones de Juno han revelado fenómenos inesperados en las auroras de Júpiter. El instrumento Waves de la misión ha captado señales electromagnéticas desconocidas producidas por partículas cargadas en el plasma. El plasma, a menudo descrito como el cuarto estado de la materia, es un gas ionizado que se comporta como un fluido pero reacciona fuertemente a los campos magnéticos, y en Júpiter es particularmente denso y magnetizado.

El equipo de investigación descubrió que en las regiones cercanas a los polos de Júpiter, la densidad del plasma es muy baja, pero el campo magnético es extremadamente fuerte. Esta combinación única da origen a un nuevo tipo de onda que comienza como una onda de Alfvén y se transforma en un modo Langmuir, influenciando directamente cómo las partículas son canalizadas hacia las regiones polares y produciendo auroras más concentradas y caóticas que las observadas en la Tierra.

Estos descubrimientos sobre el plasma joviano y el comportamiento de las ondas son cruciales. No solo amplían nuestra comprensión de Júpiter, el planeta más magnetizado del Sistema Solar, sino que también ayudan a los científicos a modelar entornos espaciales y a predecir el clima espacial que puede afectar a satélites y comunicaciones en la Tierra. Además, las condiciones extremas observadas en Júpiter podrían ser comunes en planetas externos del Sistema Solar o en exoplanetas masivos, expandiendo nuestro conocimiento de los sistemas planetarios.

Imagina que el campo magnético de Júpiter es como un gigantesco director de orquesta. Las lunas galileanas son instrumentos que, al moverse a través de su campo, emiten sus propias “notas” aurorales. Mientras que la melodía de Ío, Europa y Ganímedes ya era conocida, Calisto era una nota elusiva. Ahora, gracias a la misión Juno, y con la ayuda de un potente “golpe de tambor” del viento solar que momentáneamente despejó el escenario, hemos podido escuchar y confirmar la “nota” de Calisto, completando así la sinfonía auroral de las lunas galileanas. Además, el estudio del plasma es como descubrir nuevas técnicas musicales que hacen que la orquesta suene de maneras completamente inesperadas en Júpiter.

Valentina Rodríguez