Mexicanos detenidos en la flotilla a Gaza aceptan su repatriación desde Israel

Mexicanos detenidos en la flotilla a Gaza aceptan su repatriación desde Israel

La SRE confirma el buen estado de los seis connacionales y gestiona su regreso tras su participación en la Flotilla Global Sumud.

Seis ciudadanos mexicanos que participaron en la Flotilla Global Sumud (GSF) y que permanecían detenidos en el centro Ktziot, en territorio israelí, aceptaron su repatriación voluntaria a México. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó este viernes que el embajador de México en Israel, Mauricio Escanero, sostuvo un encuentro con los connacionales en el centro de detención, confirmando que todos se encuentran en buen estado.

Tras la reunión, la SRE, también conocida como la Cancillería, aseguró que ya se iniciaron las gestiones correspondientes ante las autoridades israelíes con el objetivo de que el proceso de repatriación se lleve a cabo a la brevedad posible.

Durante el encuentro con el embajador Escanero, los mexicanos expresaron su agradecimiento por el acompañamiento y la asistencia consular recibida. También manifestaron su gratitud por la comunicación constante que mantuvieron con la embajada de México durante el trayecto de la flotilla.

La Cancillería confirmó además que una connacional que viajaba en la embarcación de apoyo legal de la Flotilla se encuentra en buen estado, precisando que se mantiene comunicación con ella y le brinda asistencia consular. Esta ciudadana mexicana se dirigía a Chipre.

La SRE ha mantenido contacto permanente con los familiares de los detenidos y reiteró su compromiso de proteger la seguridad e integridad de las y los mexicanos en el exterior, compromiso que ha sostenido desde que inició el seguimiento al caso de la Flotilla Global Sumud.

La misión humanitaria buscaba romper el bloqueo a Gaza; fue interceptada por fuerzas israelíes, quienes calificaron la acción como una “provocación”.

Los seis ciudadanos mexicanos se encontraban bajo custodia israelí luego de que las fuerzas israelíes interceptaran la Flotilla Global Sumud (GSF). La flotilla, que transportaba ayuda humanitaria y activistas, había zarpado desde Barcelona, España, el 31 de agosto, en un intento por romper el bloqueo impuesto por Israel a Gaza desde hace 18 años.

La intercepción ocurrió a unas 70 millas náuticas de Gaza, comenzando el miércoles por la noche, hora local. Las Fuerzas Armadas de Israel informaron que frustraron un “intento de incursión a gran escala” por parte de 41 embarcaciones, y más de 400 personas fueron trasladadas al puerto de Ashdod para ser procesadas por la policía israelí. El rastreador de la GSF indicó que 41 de sus 42 barcos habían sido interceptados. Los seis mexicanos llegaron al puerto de Ashdod y posteriormente fueron transferidos al centro de detención de Ketziot.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel declaró que el “único propósito” de la flotilla era la “provocación” y que estaba acercándose a una zona de combate activo, violando un bloqueo naval legal. Por su parte, los organizadores de la flotilla calificaron la intercepción de los barcos por parte de Israel como un “ataque ilegal contra trabajadores humanitarios desarmados”.

El caso generó una respuesta diplomática de México, con la presidenta Sheinbaum exigiendo la liberación, y provocó condenas a nivel internacional.

Tras la detención, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó el jueves que los seis mexicanos estaban bajo custodia y manifestó que México estaba “en contra de esta situación”. La mandataria había solicitado que la ayuda humanitaria llegara a Gaza y que los compatriotas fueran “repatriados de inmediato porque no han cometido ningún delito”. México había enviado cuatro notas diplomáticas a Israel solicitando información sobre la seguridad de sus nacionales a bordo. Entre los mexicanos detenidos se encontraba Arlin Gabriela Medrado Guzmán, estudiante de la licenciatura en Administración Pública de la UNAM, institución que exigió su liberación y repatriación.

La flotilla contaba con más de 500 personas de decenas de países, incluyendo a la activista climática sueca Greta Thunberg, y a legisladores de España e Italia. La intercepción provocó la condena mundial y protestas en países como Italia, Turquía, Grecia, Túnez y Argentina. Líderes como el presidente de Colombia, Gustavo Petro, calificaron la interceptación como un “crimen internacional”.

Valentina Rodríguez