Luto en la ciencia mexicana: fallece la astrónoma Julieta Fierro a los 77 años

La destacada científica mexicana, física y astrónoma Julieta Fierro Gossman, falleció a la edad de 77 años este viernes 19 de septiembre de 2025. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirmó su deceso, lamentando la pérdida de la investigadora del Instituto de Astronomía y académica de la Facultad de Ciencias. Fierro Gossman fue reconocida por su vasta trayectoria en la divulgación de la ciencia y su especialidad en astronomía, acercando el conocimiento científico a la sociedad de manera ejemplar.
Reconocimiento a una trayectoria inigualable
Tras confirmarse la noticia, la UNAM lamentó profundamente el fallecimiento, destacando que su dedicación y voz “acercó la ciencia a varias generaciones, dejando un legado que trasciende las fronteras y el tiempo”. La institución la identificó como un “Orgullo UNAM” y subrayó que era integrante del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores en su nivel más alto (Nivel III), además de ser miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
El Congreso de la Ciudad de México (CDMX) también rindió homenaje a la científica, dedicando un minuto de silencio en muestra de duelo. Xóchitl Bravo Espinosa, coordinadora de Morena, recordó que Fierro Gossman fue una mujer ejemplar de la ciudad a quien el legislativo entregó hace tres años la Medalla al Mérito en Ciencias Dr. Mario Molina. Bravo Espinosa enfatizó que Fierro Gossman realizó un trabajo destacado no solo en México, sino en América Latina, gracias a su “carisma y claridad en explicar fenómenos complejos”.
El legado de la “rockstar” de la ciencia
Julieta Fierro fue una de las voces más reconocidas de la ciencia en México. Estudió física en la Facultad de Ciencias de la UNAM, titulándose en 1974, y posteriormente obtuvo una maestría en astrofísica en la misma institución. Su trabajo se centró en física y astrofísica, especialmente en la materia interestelar.
Sin embargo, dedicó gran parte de su vida a la divulgación. Su labor incluyó conferencias, programas de radio y televisión, y publicaciones dirigidas a todo el público. Ella misma comentó que lo que más la hacía feliz era “platicar sobre el Universo”. Encontró en esta labor su mayor campo de acción, convencida de que la ciencia debe estar al alcance de todas las personas.
Entre marzo del 2000 y enero del 2004, ocupó el cargo de directora de divulgación de la ciencia en la UNAM. Durante su etapa como directora del Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM, inauguró una sala de astronomía e impartió numerosas clases magistrales. Se consolidó como una figura clave en el impulso del conocimiento científico, enfocándose constantemente en acercar la ciencia a las infancias, escribiendo textos de astronomía adecuados para menores. Entre sus obras conocidas se encuentra El libro de las cochinadas (2005), además de títulos como ¿Cómo acercarse a la astronomía? y La familia del Sol.
A nivel internacional, sus aportaciones fueron ampliamente reconocidas. Recibió el Premio Kalinga de la UNESCO en 1995 por divulgación científica, además de múltiples doctorados honoris causa. Perteneció a la mesa directiva de la Sociedad Astronómica del Pacífico, la cual prioriza la difusión de la ciencia para mejorar la educación.
Su partida deja un profundo vacío en la comunidad científica y educativa. La voz y esencia de la astrónoma y divulgadora, a quien se le conocía como la “rockstar” de la ciencia en México, ha sido descrita como haber vuelto a ser “polvo de estrellas”. Al momento de la publicación de esta nota, la UNAM aún no había informado la causa específica de su fallecimiento.