El Vaticano blinda el cónclave 2025 con alta tecnología tras la muerte del papa Francisco

El Vaticano blinda el cónclave 2025 con alta tecnología tras la muerte del papa Francisco
Foto: Franco Origlia/Getty Images

Así se blindará el cónclave 2025 para elegir al nuevo papa tras la muerte de Francisco

Con la muerte del papa Francisco, la Ciudad del Vaticano se prepara para uno de los eventos más delicados y vigilados del mundo: el cónclave para elegir a su sucesor. A casi 20 años del histórico cónclave de 2005 —donde se prohibieron los teléfonos celulares por primera vez—, hoy el escenario es mucho más complejo y tecnológico. El objetivo sigue siendo el mismo: preservar el secreto y la integridad del proceso.

Una nueva era de seguridad en el Vaticano: tecnologías de vanguardia contra amenazas invisibles

En este 2025, la Santa Sede se enfrenta a desafíos tecnológicos sin precedentes. El mundo hiperconectado, las redes sociales, los drones, los satélites militares y los micrófonos microscópicos son solo algunas de las amenazas actuales. Por ello, el Vaticano se apoyará en estrategias de seguridad avanzadas que incluyen desde inteligencia artificial hasta sistemas antiespionaje de última generación.

Revisión exhaustiva del personal y uso de inhibidores de señal en las zonas clave

Durante el cónclave, las zonas donde residirán y votarán los cardenales estarán equipadas con inhibidores de señal. Esta tecnología crea un bloqueo electromagnético que impide cualquier tipo de transmisión entre dispositivos electrónicos. Así, aunque alguien lograra infiltrar un micrófono o un teléfono, no podría enviar información al exterior.

Además, el personal administrativo y los propios cardenales son revisados cuidadosamente. Las autoridades inspeccionan el edificio durante varios días antes del evento, buscando posibles dispositivos de espionaje ocultos y haciendo múltiples registros a cada persona autorizada a ingresar.

Protección contra espionaje visual: ventanas selladas y sin contacto con el exterior

Con tecnologías satelitales capaces de identificar rostros desde el espacio e inteligencias artificiales que pueden leer labios a distancia, el Vaticano ha implementado medidas físicas más efectivas. Todas las ventanas son cubiertas con películas opacas para impedir que cualquier dron, cámara o satélite tenga visibilidad del interior.

Durante el cónclave, los cardenales no pueden asomarse ni abrir las ventanas. Las sesiones de votación y los dormitorios permanecen completamente aislados del exterior.

Un estado blindado: cámaras, vigilancia permanente y fuerzas de seguridad especializadas

El Vaticano, con apenas 0.44 kilómetros cuadrados de extensión, cuenta con un impresionante sistema de vigilancia. Desde 2018, hay más de 650 cámaras monitoreadas desde un centro de mando subterráneo. A esto se suma el Cuerpo de Gendarmería, encargado de la seguridad pública, y la Guardia Suiza Pontificia, que además de su característico uniforme ceremonial, está equipada con armamento moderno y entrenamiento táctico de alto nivel.

Un evento de escala mundial en el país más pequeño del planeta

Se estima que más de 200,000 personas visitarán la Ciudad del Vaticano una vez que el nuevo papa haya sido elegido. Por eso, todos los cuerpos de emergencia, seguridad y logística trabajan a marchas forzadas para que este evento histórico se realice de forma segura, ordenada y sin filtraciones, en uno de los momentos más trascendentales para la Iglesia católica.

Valentina Rodríguez