Crecimiento urbano pone en riesgo a pueblos originarios de Cholula, revela estudio de la BUAP

El Centro de Investigación en Ciencias Agrícolas (CICA) y el Posgrado en Ciencias Ambientales de la BUAP estudian los efectos del crecimiento urbano en Cholula, Puebla, y su repercusión en los pueblos originarios. A través de análisis complejos, elaboración de etnomapas y trabajo participativo con comunidades, investigadores como Rosalía Castelán Vega y Víctor Tamariz Flores buscan evidenciar cómo el cambio de uso de suelo afecta los saberes ancestrales, el acceso al agua y la vida biocultural de la región.
Investigadores de la BUAP documentan conflictos socioterritoriales en Cholula
Desde un enfoque de sistemas complejos, el equipo del CICA analiza los conflictos socioterritoriales en San Andrés y San Pedro Cholula, regiones reconocidas por su riqueza biocultural. La tesis de maestría de Julio César Muro Altieri forma parte de este proyecto, cuyo eje principal es comprender cómo factores biofísicos, sociales, económicos y políticos inciden en los cambios de uso de suelo.
“Estamos perdiendo la identidad biocultural de Cholula por un crecimiento urbano acelerado, donde los pueblos originarios no son consultados a pesar de lo que marca la legislación”, advirtió la doctora Rosalía Castelán.
Urbanización descontrolada amenaza el acceso al agua y la cultura ancestral
El estudio advierte que inmobiliarias han acelerado la urbanización al adquirir terrenos agrícolas a bajo costo, transformándolos en complejos habitacionales. Esta práctica no solo rompe con el entorno natural y cultural, sino que genera tensiones por el uso del agua, los servicios y el espacio.
“El principal problema es la extracción de agua de pozos profundos sin considerar a las comunidades locales”, explicó Castelán, quien subraya que ya existen conflictos activos por el acceso a recursos naturales y el territorio.
Proponen etnomapas y diagnósticos participativos para proteger el territorio
Frente a esta situación, comunidades originarias de la región se han comenzado a organizar en asambleas y foros para defender sus bienes comunes. La prioridad ha sido discutir el acceso al agua, pero también se abordan temas de identidad cultural y soberanía territorial.
“Se han unido pueblos originarios con comunidades equiparables, quienes aunque ya modificaron parte de su cultura, conservan vínculos históricos con la tierra”, detalló la investigadora.
La contribución de la universidad se ha centrado en desarrollar herramientas que permitan una mejor planeación del territorio desde la perspectiva de quienes lo habitan. Esto incluye la elaboración de etnomapas, sistemas de información geográfica y diagnósticos participativos.
“Buscamos entender cómo y hacia dónde debe crecer la ciudad de forma responsable, considerando la visión de las comunidades y la calidad del suelo”, explicó Castelán.
Además del CICA, también participan especialistas del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades Alfonso Vélez Pliego. Entre sus metas está integrar el análisis de agua y suelo para proponer rutas de crecimiento urbano que respeten las condiciones ecológicas y culturales del territorio.
Riesgos para el futuro: tradiciones y agricultura en peligro
El estudio advierte que si no se frena la expansión desordenada, se perderán prácticas agrícolas tradicionales y conocimientos ancestrales. Las parcelas agrícolas, que aún existen en zonas periurbanas, se encuentran cada vez más rodeadas por fraccionamientos.
“Los jóvenes migran a la ciudad, las tierras quedan en el olvido y con ellas también los saberes”, lamentó Castelán, quien subrayó la urgencia de conservar el tejido comunitario como parte del patrimonio biocultural de Cholula.
Este proyecto representa una forma de vinculación académica con las comunidades, combinando el análisis científico con el compromiso social para construir territorios más justos, sostenibles y culturalmente integrados.