Maestra de la BUAP impulsa la genética médica desde la docencia e investigación
Con una trayectoria de casi medio siglo en la Facultad de Medicina de la BUAP, la maestra Teresita Romero Ogawa ha dedicado su vida profesional a la docencia, la asistencia médica y la investigación en genética médica. Desde su incorporación en 1976 como auxiliar de docencia, ha contribuido a la fundación y consolidación del área de genética médica en la BUAP, incluyendo el desarrollo del Laboratorio de Citogenética y programas clínicos pioneros en el país.
Pionera en la genética médica de la BUAP
La maestra Teresita Romero inició su camino profesional movida por la curiosidad por el funcionamiento del cuerpo humano. Aunque inicialmente consideró estudiar Ciencias Químicas, se inclinó por Medicina al descubrir su interés por la fisiología. Fue durante el segundo año de su carrera cuando conoció al doctor Ivanhoe Adrián Gamboa Ojeda, fundador del Departamento de Genética Médica, con quien comenzó sus primeras investigaciones.
“El doctor Gamboa nos introdujo al trabajo con células humanas para estudios de cariotipo. En ese tiempo, la genética clínica se hacía sólo con moscas (Drosophila melanogaster), pero él nos llevó a un siguiente nivel”, recordó Romero.
Con el paso de los años, la docente participó en la creación del Laboratorio de Citogenética de la BUAP, impulsó consultas para estudiar enfermedades hereditarias y colaboró con programas nacionales para la identificación de malformaciones congénitas en recién nacidos del Hospital Universitario de Puebla.
La medicina molecular transforma la enseñanza universitaria
Más allá de su formación médica, la maestra Romero ha promovido la capacitación pedagógica entre los docentes de la Facultad de Medicina. En los años noventa participó en cursos que fortalecieron su enfoque como educadora.
“La docencia requiere más que experiencia clínica o de laboratorio. La buena práctica educativa es la vía para sembrar vocaciones científicas”, señaló.
Actualmente, dirige tesis e imparte clases en la Maestría en Ciencias Médicas, enfocándose en temas como disonancia cognitiva en enfermedades crónicas y estilos de vida saludables.
La genética, entre la ciencia ficción y la realidad
Romero realizó una estancia en el Hospital Pediátrico Necker de Francia, donde se formó con Jérôme Lejeune, pionero en la investigación del síndrome de Down. Este acercamiento internacional reafirmó la importancia de actualizar constantemente los programas de estudio en medicina.
“La medicina molecular ha hecho realidad lo que parecía ciencia ficción. Por eso es vital adaptar nuestros planes académicos a estos avances”.
BUAP fortalece la formación docente en ciencias de la salud
En su mensaje a las nuevas generaciones de médicos, la investigadora subraya la necesidad de fomentar la cultura del autocuidado como parte de la formación médica integral.
“La prevención empieza por uno mismo. El médico conoce de nutrición y salud, pero debe aplicar lo que sabe. Por eso ahora trabajamos este enfoque en la investigación educativa”.
Con satisfacción, afirma que encontró su vocación en la BUAP, donde ha podido unir la pasión por la ciencia con el compromiso por formar a las y los médicos del futuro.
