Google advierte que la inteligencia artificial general podría superar al ser humano antes de 2030

Google DeepMind, la división de inteligencia artificial de Google, advirtió en un reciente informe técnico que la inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés) podría alcanzar o incluso superar las capacidades humanas antes de que termine esta década. La compañía advierte sobre graves riesgos sociales, técnicos y económicos si no se toman medidas urgentes para garantizar un desarrollo y uso seguro de estas tecnologías.
Qué es la inteligencia artificial general y por qué representa un riesgo global
A diferencia de los sistemas actuales de inteligencia artificial, que están diseñados para tareas específicas —como traducir idiomas o generar imágenes—, la AGI aspira a tener capacidades cognitivas comparables a las humanas: razonar, planificar, aprender y actuar de forma autónoma en múltiples contextos.
“Los avances recientes muestran que no hay barreras fundamentales que impidan el desarrollo de una AGI”, señala DeepMind. Sin embargo, su nivel de autonomía plantea desafíos de seguridad, control y alineación con los valores humanos.
Cuáles son los peligros que plantea la AGI según Google DeepMind
DeepMind divide los riesgos en cuatro grandes categorías, cada una con implicaciones serias:
1. Uso malintencionado
La AGI podría ser utilizada para propósitos peligrosos: creación de malware, manipulación de información, espionaje, ingeniería social y ciberataques automatizados. Esto podría amplificar amenazas actuales en el entorno digital.
2. Desalineación
Existe el riesgo de que la AGI interprete mal las instrucciones humanas o actúe fuera de los objetivos establecidos, sin intención maliciosa. En casos extremos, podría tomar decisiones contrarias al bienestar humano si no se alinea adecuadamente con nuestros valores.
3. Errores en el desarrollo
Un fallo de diseño, entrenamiento o implementación podría causar daños significativos. Un error de programación o una mala interpretación de datos podrían desencadenar consecuencias graves, incluso sin intención directa.
4. Impactos sociales y estructurales
La implementación de AGI a gran escala podría provocar desempleo masivo, desigualdad económica y cambios profundos en la sociedad. También podrían actuar múltiples agentes de IA de manera coordinada o no supervisada, generando desinformación difícil de rastrear.
Google propone protocolos de seguridad para evitar una crisis con la AGI
Google ya trabaja en mecanismos para prevenir estos escenarios. El enfoque incluye medidas de seguridad técnica, protocolos de uso responsable y colaboración internacional para establecer marcos regulatorios y éticos.
“El control de las IA depende de los protocolos y límites que impongamos… siempre que no puedan ser evadidos”, advierten los investigadores.
Una de las propuestas incluye crear sistemas de supervisión avanzados que detecten comportamientos no deseados, así como copias de IA que vigilen a otras máquinas. También se evalúa una “doble verificación” en el aprendizaje automático para evitar que las IAs saquen conclusiones peligrosas.
¿Un escenario de ciencia ficción más cerca de la realidad?
Algunos riesgos descritos en el informe recuerdan a tramas de películas futuristas: IA que se rebelan contra sus creadores, sistemas que interpretan órdenes de forma equivocada o máquinas que actúan de forma autónoma sin rendir cuentas.
Expertos como James Cameron, director de Terminator, han advertido durante años sobre un futuro en el que la inteligencia artificial sobrepase el control humano. Lo que antes parecía ficción, ahora es un tema de discusión seria entre ingenieros y gobiernos.
La AGI podría llegar antes de 2030
Aunque aún no hay una fecha exacta, DeepMind estima que una AGI funcional podría desarrollarse dentro de los próximos cinco años. De ahí la urgencia del informe, que busca iniciar una conversación global sobre cómo prepararse para el impacto de esta tecnología.
El documento técnico de 108 páginas plantea que el reto no solo es técnico, sino ético y político. Sin una acción coordinada, los riesgos de un mal uso o un fallo crítico podrían ser catastróficos.
Conclusión
La inteligencia artificial está transformando la vida cotidiana: desde asistentes personales como ChatGPT hasta la automatización en fábricas y oficinas. Sin embargo, el salto hacia una AGI con autonomía similar o superior a la humana plantea interrogantes fundamentales.
Google DeepMind advierte que es momento de actuar antes de que la tecnología nos sobrepase. Controlar esta evolución dependerá no solo del avance técnico, sino del compromiso global por desarrollar una IA verdaderamente alineada con los intereses de la humanidad.