Donald Trump ratifica la imposición de aranceles recíprocos a partir del 2 de abril

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este jueves que no cambiará de opinión sobre la implementación de los aranceles recíprocos a partir del 2 de abril. Durante una reunión en la Oficina Oval con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, Trump reafirmó su postura y dejó en claro que no planea posponer la medida.
Trump responde a las críticas sobre los aranceles
El mandatario estadounidense expresó que su decisión está respaldada por el objetivo de defender los intereses económicos de su país. Según Trump, Estados Unidos ha sido estafado durante años por sus socios comerciales, y esta vez no permitirá que continúe esa situación.
El presidente destacó que los aranceles impuestos a los países con los que Estados Unidos tiene relaciones comerciales son parte de una estrategia para proteger a las empresas nacionales y evitar que se sigan llevando miles de millones de dólares fuera del país.
La postura de Trump sobre la Unión Europea y las empresas tecnológicas
Trump también aprovechó la ocasión para criticar fuertemente a la Unión Europea, calificándola de “muy, muy desagradable”. Según él, los países europeos están demandando a grandes empresas tecnológicas estadounidenses como Google y Facebook, lo que, a su juicio, está afectando a estas compañías y perjudicando a Estados Unidos económicamente.
El presidente subrayó que, a pesar de estas demandas, empresas como Facebook continuarán con sus inversiones en Estados Unidos, y mencionó que la red social invertirá 60,000 millones de dólares para finales de este año, lo que, según él, refleja la confianza que sigue existiendo en la economía estadounidense.
Confianza en el mercado y los inversores
A pesar de la volatilidad reciente de los mercados financieros, Trump se mostró optimista y aseguró que los inversores finalmente verán ganancias por haber decidido invertir en este momento. Reiteró que su enfoque en los aranceles es una medida estratégica para fortalecer la economía de Estados Unidos y garantizar que el país reciba un trato justo en sus relaciones comerciales internacionales.