Un 10% del personal de las ONG pierde su empleo por recortes en la ayuda humanitaria

En un informe reciente, Thomas Fletcher, subsecretario general para asuntos humanitarios de la ONU, destacó que un 10% del personal de las organizaciones no gubernamentales (ONG) en el mundo ha perdido su empleo solo en febrero debido a los recortes en la ayuda humanitaria internacional. Estos ajustes han sido impulsados por decisiones tomadas por varios gobiernos, incluidos los de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y los Países Bajos, lo que está teniendo un impacto significativo en el sector humanitario.
Recortes en la ayuda humanitaria internacional: impacto global
Fletcher hizo referencia no solo a los recortes implementados por la Administración Trump, sino también a las reducciones realizadas por otros países. En particular, mencionó la disminución de los fondos por parte del Reino Unido (reducción del 40%), Francia (37%) y los Países Bajos (30%). La administración estadounidense, por su parte, eliminó un 83% de sus programas de ayuda exterior, lo que ha tenido un efecto devastador en la financiación global para la ayuda humanitaria.
“Estamos saliendo de una década humanitaria y entrando en la era de la indiferencia”, expresó Fletcher durante una rueda de prensa en la sede de la ONU. Su mensaje destacó la grave situación que enfrentan muchas personas dependientes de la ayuda internacional, ya que los recortes hacen cada vez más difícil atender sus necesidades.
La crisis de la ayuda humanitaria y las prioridades en tiempos de recortes
Fletcher también subrayó que, en respuesta a estos recortes, dentro de la ONU y sus socios humanitarios se están tomando decisiones diarias sobre qué vidas priorizar. Estas decisiones son cruciales, ya que los recursos disponibles son limitados y no es posible llegar a todos los necesitados.
El subsecretario general también reconoció que la ONU debe ampliar la base de donantes. Estados Unidos ha sido históricamente el mayor donante de la ayuda humanitaria global, proporcionando casi la mitad del presupuesto mundial en 2024. Sin embargo, con los recientes recortes, es necesario encontrar nuevos financiadores para asegurar la sostenibilidad de los programas de asistencia.
El desafío de diversificar los donantes y mejorar la eficiencia en los programas de ayuda
Fletcher mencionó que recientemente viajó al Golfo Pérsico, donde los ricos estados petroleros no han estado entre los mayores donantes, a diferencia de países como Estados Unidos, Japón, Canadá o varias naciones europeas. El objetivo de este viaje fue explorar nuevas fuentes de financiamiento para los programas humanitarios y diversificar el apoyo internacional.
Además, Fletcher reconoció que existe mucho trabajo por hacer en cuanto a la eficiencia y transparencia en el uso de los fondos. Aseguró que es esencial enfocar la ayuda en aquellos programas que realmente necesitan apoyo, para evitar críticas sobre la burocracia y el desperdicio de recursos.
La legitimidad y moral del movimiento humanitario: el futuro depende de las decisiones actuales
El responsable humanitario de la ONU concluyó señalando que las decisiones tomadas en las próximas semanas serán fundamentales para definir el futuro del movimiento humanitario. “Estas semanas van a definir nuestra legitimidad, moral y destino como movimiento humanitario”, agregó Fletcher, resaltando que el futuro de la ayuda humanitaria dependerá de cómo se manejen los retos actuales y cómo se adapten los programas a las nuevas realidades globales.
Este panorama marca un momento crítico para las ONG y la comunidad internacional, ya que los recortes en los presupuestos de ayuda humanitaria podrían tener consecuencias devastadoras para millones de personas que dependen de estos recursos para sobrevivir