Tormentas solares aceleran caída de satélites Starlink y aumentan riesgo en la Tierra

Elon Musk enfrenta complicaciones con su red satelital Starlink debido al incremento de la actividad solar, que ha acelerado la reentrada de más de 500 satélites entre 2020 y 2024. Según un estudio liderado por la NASA, las tormentas solares alteran la atmósfera terrestre, impidiendo una desintegración completa de los aparatos y provocando la caída de fragmentos a la superficie, como ocurrió el 20 de agosto de 2024 en Canadá.
NASA detecta reingresos peligrosos de satélites Starlink por actividad solar
La red de satélites Starlink, operada por SpaceX, atraviesa una crisis técnica impulsada por fenómenos solares que afectan su funcionamiento y proceso de desintegración. En condiciones normales, los satélites completan su ciclo de vida en unos cinco años, tras lo cual inician una reentrada gradual a la atmósfera terrestre que suele durar entre 15 y 20 días. Durante este tiempo, la fricción con las capas superiores del planeta permite su desintegración casi total, con apenas un 5% de restos dirigidos hacia mar abierto.
No obstante, el reciente máximo solar —un punto alto en el ciclo de actividad del Sol que ocurre cada 11 años— está provocando alteraciones inesperadas. Las tormentas solares calientan y expanden las capas superiores de la atmósfera, lo que aumenta la resistencia sobre los satélites y acelera su caída. En vez de tardar dos semanas en descender, ahora lo hacen en cinco días, reduciendo drásticamente las posibilidades de que sus componentes se desintegren completamente.
Fragmentos de Starlink caen sin control por tormentas solares
El caso más alarmante ocurrió el 20 de agosto de 2024, cuando se halló un trozo de aluminio de 2.5 kilogramos en una granja de Saskatchewan, Canadá. SpaceX reconoció que el fragmento provenía de un satélite Starlink afectado por un despliegue fallido del cohete Falcon G9-3. Según la documentación de la empresa, las herramientas de predicción de la NASA y la ESA estimaban que el objeto se desintegraría en su totalidad, pero no fue así.
Este incidente, oficialmente reconocido por SpaceX, genera dudas sobre la posibilidad de otros casos no registrados o no divulgados de restos cayendo en tierra firme.
Elon Musk enfrenta crisis con Starlink ante máximo solar de 2024
Un estudio encabezado por Denny Oliveira, científico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, y publicado en el repositorio arXiv, detalla que entre 2020 y 2024 523 satélites Starlink reingresaron de manera anticipada a la atmósfera. El fenómeno se intensificó en octubre de 2024 con el pico de actividad solar, lo cual desestabilizó la geomagnetosfera terrestre.
“El riesgo de impactos se incrementa porque los satélites entran a mayor velocidad y no se queman del todo en su descenso”, advierte Oliveira, quien también señala que el volumen de satélites Starlink actualmente operando en órbita baja, cerca de 7.500 unidades, convierte a Starlink en una megaconstelación altamente vulnerable.
Además del peligro para la población terrestre, la densidad de satélites en órbita eleva el riesgo de colisiones y la generación de basura espacial. SpaceX tiene planeado lanzar hasta 42.000 satélites, una cifra sin precedentes. Según Oliveira, “ahora tenemos satélites reentrando prácticamente cada semana, y pronto podrían hacerlo cada día”.
Aunque Elon Musk aseguró en 2024 que los satélites habían resistido la presión solar, SpaceX admitió una degradación del servicio de internet satelital, particularmente en zonas remotas. En 2022, la compañía ya había perdido 40 satélites por este mismo fenómeno.
Conclusión
El ambicioso plan de expansión de Starlink enfrenta un reto crítico. La combinación de una atmósfera cambiante por el Sol y la masificación de satélites plantea serias preguntas sobre la sostenibilidad del modelo actual. Elon Musk y SpaceX deberán tomar decisiones técnicas y estratégicas para asegurar que su red continúe siendo viable, sin comprometer la seguridad global.